Con la ayuda de la nanotecnología, científicos del
Rensselaer Polytechnic Institute de los Estados Unidos de Norteamérica,
desarrollaron una nueva batería o pila, cuya estructura está compuesta en un
90% de celulosa y un 10% de nanotubos de carbono que trabajan como electrodos y
son excelentes conductores de corriente.
Estas nuevas baterías pueden usar electrolitos existentes en
el sudor, orina y sangre humana, para luego ser activados y producir
electricidad. Son biológicamente compatibles, por lo que pueden ser usados también
en implantes médicos.
Son extremadamente flexibles y delgadas y pueden almacenarse
para producir mayor electricidad, además de ser ecológicas, pues son biodegradables.
Su apariencia es la de una pequeña hoja de papel negro.
Aunque al momento es muy elevado el costo de producción, se están estudiando
nuevas alternativas de desarrollo. Esta nueva batería aún está en fase de
experimentación y mejora. Desde su descubrimiento en el 2010 se han logrado 100
recargas sin que presenten deterioro alguno.
Este tipo de adelantos científicos, dan evidencia de los esfuerzos
que hace la humanidad por lograr tecnologías más limpias, amigables con el
ambiente y que además superen las expectativas de rendimiento esperadas.
Baterías como estas pueden ser la solución para implantes terapéuticos que
necesitan recargas continuas o para los teléfonos móviles que podrían lograr
mayor tiempo de uso con el menor tiempo de recarga.
Esta muy bien que hagan cosas así, para ya no dañar tanto el medio ambiente.
ResponderBorrarMuchas cosas buenas vendrán eso se espera.
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